18 de noviembre de 2008 desde Uyuni, día 250 de viaje
por fin hemos llegado a Uyuni, al sur-oeste de Bolivia, la ciudad que se encuentra a las puertas del mayor desierto de sal del mundo, 12000 km2 de un antiguo lago salado, completamente plano y absolutamente blanco. El salar es un desierto de sal de más de 200km de largo de norte a sur, tiene algo más del tamaño de la provincia de Murcia, es más grande que Navarra o aproximadamente 2 veces la provincia de Alicante. Es una increíble llanura blanca que se encuentra a casi 4000m de altitud al sur de Bolivia en la frontera con Chile. Éste era uno de los hitos que nos habíamos propuesto visitar en nuestra aventura por América del Sur, por mucho esfuerzo que costase llegar hasta él. Uno de mis sueños desde hace mucho tiempo, cuando lo visité por primera vez, era recorrerlo en bicicleta y acampar en medio de la absoluta soledad del salar, a mitad de camino entre al mar y las estrellas. En esta latitud el cielo está casi siempre limpio de nubes, con un azul muy intenso y las noches, aunque gélidas, están plagadas de estrellas por la ausencia completa de contaminación lumínica... Llegar hasta aquí, nos ha parecido en algún momento casi imposible, parecía que Uyuni nunca llegaba, el camino se ha hecho durísimo, especialmente entre Potosí y Uyuni, pero al final como reza el título de esta crónica, todo llega y todo pasa... Salimos de Sucre, ciudad que nos gustó mucho, por su carácter colonial, la fantástica vida en sus calles, siempre plagadas de gente y la gran oferta cultural que en todo momento ofrece la ciudad, en su gran variedad de teatros, salas de exposiciones, multitud de conciertos y actividades artísticas de toda índole... Sucre se encuentra a 2750m sobre el nivel del mar, por tanto el camino a Potosí que con 4100m de altitud está considerada la ciudad más alta del mundo, era inevitablemente en subida, pero por suerte la carretera estaba pavimentada. En Potosí estuvimos un par de días rememorando la ciudad de la que Cervantes acuñó el dicho "vale un Potosí" en El Quijote. Potosí fue la ciudad más rica de América y probablemente del mundo en los siglos XVI-XVII, gracias a la plata extraída de su imponente Cerro Rico. Potosí financió la corona española de la época, convirtiéndose en el lugar más importante de la colonia por aquella época. La leyenda dice que con la plata que los colonizadores españoles se llevaron del Cerro Rico de Potosí, se podía construir un puente de plata que un uniera la puerta de la catedral de Potosí y la puerta del Palacio Real en Madrid. Al margen de lo exagerado de la leyenda, lo que sí está contabilizado son la cantidad de vidas de indios que el cerro se cobró en sus entrañas y que asciende a nada más y nada menos que ocho millones de almas. A partir de Potosí el pavimento se ha convertido de nuevo en un bonito recuerdo y regresamos de nuevo a la dura realidad de las carreteras de tierra. En Bolivia hay pocas carreteras asfaltadas, pero especialmente en el sur-oeste el asfalto brilla por su ausencia en todo el territorio, así que muy a nuestro pesar en todo el tiempo que nos queda en Bolivia no vamos a volver a ver el asfalto y todavía pedalearemos por acá más de 500 durísimos kilómetros. Y es que Bolivia es francamente muy dura para recorrerla en bicicleta, otros cicloviajeros que nos encontramos por el camino y que hacían la ruta al revés que nosotros, sur-norte, ya nos avisaron de la dureza de Bolivia. Nosotros pensamos que después de la carretera central de Perú, subiendo y bajando de 4000 a 2000 m por carreteras sin pavimentar, pocas cosas nos podían parecer duras como aquella carretera. Pero Bolivia tiene algo más, a pesar de que los desniveles que uno afronta son menores que en Perú, ya que desde el altiplano uno parte de 3600m, la falta de asfalto, y sobre todo la gran cantidad de bancos de arena que hay en el camino, algunos por varios kilómetros, que hacen que no haya otro remedio que bajarse y empujar la bicicleta ya que resulta imposible pedalear sobre ellos, quieras o no quieras te hundes en la arena irremediablemente. Además aunque los desniveles sean menores, las pendientes que tienen los caminos son bastante mayores, con lo que subir un repecho boliviano a 4000m te deja sin respiración por un buen rato. A eso hay que añadirle el fuerte viento que sopla en el altiplano a partir de las 12 del medio día y un problema logístico con el que no contábamos en Perú, Bolivia está casi completamente deshabitada, en esta zona es un completo desierto, los pueblos que aparecen en mi mapa, cuando son pueblos..., ya que en la mayoría de los casos son aldeas y en más ocasiones de las que desearíamos son simplemente dos casas a 50m del camino, se distancian por 30,40 y hasta 50km unas de otras. Contando que en estas condiciones hacer 50km nos lleva toda una jornada de pedaleo y un esfuerzo superior a hacer 150km en asfalto a nivel del mar, la mayoría de las veces nos toca acampar en medio de la nada, (algo que por otro lado nos encanta...), y acarrear con víveres y agua para varias jornadas de pedaleo...
banco de arena en la carretera...,
pero en realidad la verdadera aventura empieza a partir de mañana, hoy estamos en Uyuni, la civilización en medio del desierto. Nuestra intención es cruzar el salar de Uyuni y después visitar la impresionante Laguna Roja, los Geyseres del Sol de Mañana a más de 5000m de altitud, así que intentaremos superar nuestro record de altura con la bicicleta y la Laguna Verde a los pies del volcán Licancabur en la frontera de Chile. El trayecto será de aproximadamente 500km, por lugares completamente inhóspitos, hay muy pocas aldeas por el camino, esta zona es muy visitada por los turistas que contratan tours en 4x4 en Uyuni, que les llevan a recorrer estos sitios con sus guías, la comida, los cocineros, las tiendas de campaña, algunos se quedan en alojamientos concertados por las montañas y en cuatro días están de vuelta. Nosotros en lugar de 4x4 tenemos a Rucio y a Rocinante, tenderemos que cargar nosotros mismos con todo y confiar que no nos perdamos en el salar, nos quedemos sin agua por las montañas o nos pelemos de frío en los páramos a 5000m donde haremos noche, hemos leído que se alcanzan temperaturas de -20°C en algunas épocas del año, además en vez de 4 días tenemos previsto recorrerlo entre 10 y 11 días, a ver que tal se nos da... espero que la próxima crónica os mandemos bonitas fotos y no tengamos que deciros que nos perdimos en el salar, no llevamos GPS ni ná de eso, pa qué!!!..., (confiamos en guiarnos por los cerros que se ven a lo lejos...), o que tuvimos que pedir auxilio a una excursión de turistas en 4x4 porque nos hubimos quedado sin agua y sin comida en medio de las montañas, en fin ya os contaremos... De momento nosotros hoy hemos ido a la oficina de Inmigración en Uyuni para sellar nuestro pasaporte con la salida de Bolivia, ya que después cruzaremos a Chile por un lugar donde no hay puesto fronterizo. En Inmigración, nos han dejado la el sello de salida del país abierto, no pone fecha, sólo mes, tenemos tiempo para salir del país durante todo el mes de Noviembre, según ellos si no hay inconvenientes nos llevará de 10 a 11 días cruzar la frontera en bicicleta. Ya veremos, como os digo en estas condiciones difícilmente hacemos más de 50km por día... Así que nada emplazaros para la próxima crónica, espero que desde Chile, en San Pedro de Atacama, en el desierto más seco del mundo donde espero contaros y mostraros todo lo que nos ocurra en estos días, para entonces el mañana de hoy se habrá convertido en ayer...
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este post lo hemos publicado con electrones 100% reciclados...
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Hola pareja, desde Castro.
ResponderEliminarviendo las fotos, y leyendo lo que nos contais, siento una emoción increible. No quiero ni pensar lo que sentireis vosotros al vivirlo.
No se si ser como sois os hace vivir estos sueños, o son estos sueños vividos los que os hacen ser como sois.
Muchas gracias por compartirlos.
Os he conocido hace muy poco tiempo y ya estais incluidos en mi modesto blog.Lo que estoy descubriendo en vuestro blog me gusta mucho.Animo y prometo seguiros desde este rincon de Asturias.Bluetomate http://bluetomate.blogspot.com/
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