No permitas que los que no sueñan te detengan...

7 de noviembre de 2008 desde Sucre, día #239 de viaje



10000km pedaleando latino América , foto idea original del maestro el biciclown ...


ya llevamos casi ocho meses y diez países recorridos, durante esta travesía en bicicleta hemos pedaleado más de 10.000 km por esta apasionante América. Gracias a Dios todavía no se han cumplido los malos augurios que algunos vaticinaban para éste, nuestro sueño..., "seguro que no sois capaces...", "seguro que antes de un mes estáis de vuelta...", "seguro que os roban las bicicletas...", "¿para qué hacéis esta tontería...?". En honor a la verdad, ni nosotros mismos hubiéramos puesto la mano en el fuego, porque un día como hoy 7 de noviembre, 239 días después de salir de nuestra casa en Altea, estuviéramos en Bolivia, con una decena de miles de kilómetros en nuestras piernas y un millón de experiencias en nuestros corazones... Claro está que durante todo este tiempo hemos estado varias veces a punto de tirar la toalla, debido a las adversidades, a la dureza del terreno, a la añoranza de nuestra tierra, familia y amigos..., pero afortunadamente en todo momento hemos creído en esta enorme locura que por suerte o por desgracia, resulta ser nuestro sueño... Son muchas las ocasiones en que nos preguntan en la carretera, en las aldeas, en los campos por los que pasamos, ¿por qué hacéis esto?, de alguna manera intentábamos explicar a nuestros interlocutores las razones y los motivos que nos animan a semejante empresa, pero casi siempre la cara de asombro y perplejidad de los paisanos nos indica que nuestros motivos son raramente entendidos... ¡qué más da!, ¡qué importa que el resto del mundo no nos entienda...!, hemos tomado la determinación de responder a la eterna pregunta, con un "estamos realizando una promesa...", para mucha gente es más fácil de entender que estemos haciendo una promesa para cumplir con algún Cristo, virgen o santo, que simplemente estemos cumpliendo con nosotros mismos... Esto de explicar los sueños es difícil o casi imposible, ¡poco importa!, como decía aquel, los sueños, sueños son y pobre de aquel que sea capaz de explicar sus sueños...





desde nuestra última entrada en el blog, hemos estado haciendo muchos kilómetros por las carreteras bolivianas, salimos de La Paz, subiendo la enorme subida que separa la ciudad de El Alto, una ciudad aledaña que se ha formado a través de la emigración desde las zonas rurales hacia la capital, en busca del anhelado progreso. De ahí nos dirigimos a Oruro, cruzando las vastas extensiones desiertas que comprenden el altiplano en Bolivia. El pedaleo entre el deslumbrante cielo azul y inmensidad plana fue bastante fácil, siendo capaces de realizar etapas superiores a los 100km con facilidad y llegando sin muchos problemas a las poblaciones que nos proponíamos en la planificación de las etapas, siempre la noche anterior. En el altiplano, el clima es duro, durante el día si brilla el sol, éste abrasa la piel rápidamente ayudado por un viento helado que se encarga de cortar la piel quemada, es necesario aplicar un fuerte protector solar en toda la superficie expuesta al sol o en caso contrario cubrir la piel completamente, nos hemos dado cuenta que la piel no se acostumbra, en caso contrario por la noche las consecuencias te harán la vida imposible... Por la noche, cuando el sol se esconde, el frío intenso se apodera del ambiente, congelando todo lo que quede a la intemperie. Uno de estos días en el altiplano, llegamos hasta un pueblecito llamado Pazña, conocido por sus baños termales que manan directamente desde las entrañas de la cordillera andina. En el pueblo hay un balneario muy concurrido donde los encargados del mantenimiento del mismo nos permitieron acampar y pasar la noche, la verdad es que después de más 100km en bici durante más de 7 horas, un baño en unas aguas sulfurosas que manan ardiendo a más de 3800m de altura es una de las mejores experiencias que se pueden tener por estas latitudes. Por otro lado el agua caliente es una de las cosas que más echan de menos nuestros cuerpecitos ciclistas, nuestro raquítico presupuesto hace que los acostumbremos a hospedarnos en las pensiones y hostales más baratos que encontremos, los cuales por desgracia no disponen de agua caliente para ducharte, uhmmm bueno..., en ocasiones no disponen ni siquiera de ducha...



después vino la segunda parte de nuestro camino hacia Sucre, la segunda capital de Bolivia. Ana y yo debemos tener un patrón genético con algún componente heredado de alguna mula, sí lo digo porque en ocasiones somos igual de tercos que este equino. Resulta que para ir desde Oruro a Sucre, existe desde hace no muchos años una fenomenal carretera asfaltada que pasa por Potosí, otra de las ciudades que tenemos intención de visitar. Al organizar nuestra ruta nos emperramos en ir primero a Sucre y después a Potosí, dada la situación geográfica de ambas ciudades, para no tener que hacer el mismo camino dos veces, en ida y vuelta. Para ello debíamos tomar la carretera antigua desde un lugar llamado Ventilla, y cruzar la cordillera central de Bolivia, ésta carretera se encuentra sin pavimentar y transcurre por zonas muy despobladas con muy pocas poblaciones en los 200km de camino entre Ventilla y Sucre. Gracias a nuestro impreciso mapa la sensación era que sólo había que subir un poco para cruzar la cordillera y dado que partíamos desde el altiplano a 3800m no debía ser muy fuerte la pendiente, después todo bajada hasta Sucre. Cuando la gente nos preguntaba dónde íbamos y respondíamos, a Sucre todo el mundo nos decía -"por la pavimentada, claro..."-, nosotros respondíamos -"no, por la antigua por Nacha..."-, la reacción era siempre la misma..., -"¿por qué?, ¡están locos...!, es mucho más fácil por Potosí..."-, -"sí, pero no queremos hacer dos veces el mismo camino, además según el mapa..."-. Pues eso, que a medida que todo el mundo nos intentaba quitar la idea de ir por la carretera antigua de la cabeza, nosotros más empeñados en ir por la antigua, (¡tercos cómo mulas, lo que yo digo!), ¡qué sabrán estos lo que es ir en bicicleta!!!!, ¡seguro que luego no es para tanto!!!!, pues bueno, sí fue para tanto y ¡para mucho más!!!, lo que pretendíamos hacer en un par de días nos ha llevado 4 días de sufrimiento sobrehumano. La carretera no hacía más que subir y bajar (tal y como nos avisaron...), hemos cruzado todos los valles de la cordillera central, sin un centímetro cuadrado de asfalto, en realidad he calculado que aproximadamente en un trayecto que pensábamos que el desnivel sería casi todo de bajada (500m de subida y 1700m de bajada) , se ha convertido en probablemente 3000m de subida contando todas las subidas que hemos hecho y 4700m de bajada, en 200km. En fin, una locura que nos dimos cuenta de nuestro error a los 15km de partir de Ventilla...

preparando el desayuno andino a 4300m...,

la travesía por las montañas ha sido dura, muy dura, hemos visitado zonas muy remotas donde no es habitual encontrar gente foránea y menos en bicicleta, en el trayecto sólo hay 3 pueblos donde se puede comprar algo más que galletas y refrescos de cola, que es lo único que se puede comprar en las escasas tienditas de las aldeas que nos encontrábamos en el camino. Gracias a Dios en uno de esos pueblos pude encontrar una cubierta para mi Rucio, la que vieja que compré en Nicaragua hace ya 8500km decidió romperse en el peor lugar del mundo para encontrar un repuesto, en medio de la absoluta nada y durante la festividad de Todos los Santos, que aquí en Bolivia es una de las más importantes. Durante las celebraciones de Todos los Santos, por la ruta que decidimos tomar no pasaba ni Dios y para colmo los pocos paisanos que encontramos en la ruta se encontraban en un estado etílico poco apropiado para pedirles ayuda, en las zonas rurales se bebe tradicionalmente alcohol de 96º ( sí, sí de 96º, el mismo que nosotros lo utilizamos en nuestro hornillo como combustible para cocinar...) en todas las celebraciones, además en cantidades industriales, con lo cual las borracheras son de órdago a la grande, como os podéis imaginar... Por suerte la cubierta aguantó 35 km por el camino de piedras hasta que pudimos cambiarla en Macha. Al margen de los problemas técnicos, hemos tenido que acampar todos los días en pleno campo abierto, unas veces en la montaña otras veces en el valle al lado de un río ideal para bañarte y lavar la ropa, pero siempre disfrutando de amaneceres y atardeceres memorables que por muchas estrellas que el hotel, ninguno en el mundo es capaz de igualar... Ahora, nos encontramos en Sucre, descansando de estos duros días de pedaleo, y claro está disfrutando de esta interesante ciudad boliviana, que fue la primera ciudad donde se dio el grito de independencia en toda América, el 25 de mayo de 1809...




pintada en un barrio de La Paz (Bolivia)



"...La libertad Sancho es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos, con ella no pueden igualarse los tesoros que la tierra encierra y el mar encubre..." Miguel de Cervantes (Don Quijote de la Mancha)

si quieres ver en un mapa dónde andamos pincha aquí

este post lo hemos publicado con electrones 100% reciclados...

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4 comentarios:

  1. Hola pareja,me alegra ver que seguis al pie del cañon y que seguis con vuestra aventura.
    ¡FELICIDADES!,por esos 11.000,besos y me despido hasta los 12.000.
    Lola

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  2. Perdon,me colé,queria decir 10.000,y me despido hasta los 11.000.
    Besos y apapachos de los vuestros.

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  3. Hola amigos!! Os entendemos, os apoyamos, os admiramos y un mucho os envidiamos. Un gran abrazo desde Castro Urdiales!!!


    Johanna y Javier

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  4. Claro una promesa eh.... vaya par de dos (Ana cuidado con las promesas de Alberto!!!)

    Animo apañeros una abrazo

    NAI+MAGDA+JA

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