MACHU PICCHU: PATRIMONIO CULTURAL DE LA HUMANIDAD*

(* en el entendido de que se refiere SÓLO a la humanidad rica y con mucho dinero...)


15 de octubre de 2008 desde Cuzco, día #216 de viaje



siete son los meses que llevamos en esta aventura de recorrer América Latina a bordo de nuestras queridas monturas, Rucio y Rocinante. Por fin hemos llegado a unos de los hitos más esperados del viaje, Machu Picchu, el Valle Sagrado y Cuzco capital del antiguo Imperio Inca. Llegado este esperado momento las impresiones que hemos experimentado han sido variadas y opuestas, por un lado las increíbles sensaciones que brinda la Ciudad Perdida y por otro la triste realidad del mundo dominado por el vil metal en el que vivimos y la usura de los organismos y empresas que lo gestionan. Empezaré por relatar lo que, a nuestro juicio, es una muestra más de que cuando habla el dinero, poco importa lo demás y después intentaré expresaros la maravillosa experiencia de sentirse en el viejo santuario. Machu Picchu se jacta de ser Patrimonio Cultural de la Humanidad, pero a tenor de la cantidad de dinero que se necesita para poder visitarlo, hace que en la práctica sólo sea patrimonio de aquellos que lo puedan pagar. La entrada al santuario cuesta 41 dólares para visitantes extranjeros y 20 dólares para visitantes nacionales (cantidad que no está acorde en absoluto a la realidad del país, recibiendo continuas quejas por parte de los visitantes nacionales), pero al margen del elevado precio de la entrada donde hay descuentos para estudiantes, niños y visitantes del departamento del Cuzco, el gran problema se presenta para llegar al santuario, ya sea desde Cuzco o desde Ollantaytambo, en el Valle Sagrado. Antiguamente para llegar a Aguas Calientes que es la localidad más cercana a Machu Picchu y a la que sólo se puede llegar en tren, debido a que no hay carreteras que lo comuniquen con otras localidades, se podía utilizar el tren popular que hacía este trayecto a precios módicos y accesibles para todos los bolsillos. Posteriormente con la concesión de este jugoso tramo del tren a una conocida compañía extranjera de trenes de lujo, se suprimió el tren popular, quedando sólo el tren de lujo a precios claro está de lujo incluso en las clases inferiores. Las tarifas actuales para un trayecto que dura escasamente 4 horas (111km), aumentan a ritmo galopante de año en año, son: en clase "mochilero" 48 dólares (ida), en 1ª clase 71 dólares (ida), para la vuelta aplicar la misma tarifa sin descuentos. La tiranía de este monopolio hace que incluso los visitantes nacionales en la práctica deban pagar estos desorbitados precios, debido a que el cupo para nacionales es muy reducido y se llena muy rápidamente así que si un visitante nacional quiere acceder al precio de 30 soles, aprox. 7.50 dólares deba esperar más de una semana para obtener un boleto. Sólo los residentes en la región del Cuzco pueden acceder a montar en el tren a precios lógicos para un trayecto de estas características. Como comentaba anteriormente sólo en tren se puede acceder a Machu Picchu o en caso contrario haciendo el Camino del Inca, el trekking más famoso de SudAmérica, cuatro días caminando por las montañas por uno de los antiguos senderos Incas que comunicaban los asentamientos en el valle sagrado. Este trekking antiguamente se podía hacer por libre, uno mismo, no hay posibilidad de pérdida, pero desde hace unos años es obligatorio contratar una agencia y un guía, además debido a las restricciones impuestas al número de visitantes, es necesario hacer la reserva con por lo menos 2 meses de antelación y el tour más económico cuesta por encima de los 300 dólares... Siguiendo con la retahíla de dólares que se necesitan para visitar Machu Picchu, una vez en el municipio de Aguas Calientes toca subir al santuario, el autobús cobra 7 dólares por trayecto para un recorrido de 15 minutos. Con lo cual la visita a este Patrimonio Cultural "de la Humanidad" cuesta la bonita cantidad de 41(entrada)+48+48(tren)+7+7(bus), total 151 dólares por persona, para la visita de un día en la modalidad más económica desde Cuzco. Personalmente no tendría ninguna objeción si se tratase de un balneario, un casino o una discoteca de moda, pero se trata de uno de los lugares históricos más importantes del mundo, que debería ser accesible al mayor número de personas que deseen visitarlo, actualmente la tiranía del sistema considera a todos los visitantes como adinerados sin dar la posibilidad de llegar al santuario de forma humilde como antiguamente, con servicios modestos pero accesibles. Las quejas por los precios son generalizadas, entre los visitantes extranjeros y también como no, por los nacionales, de hecho aumenta día a día el número de viajeros que se niega a tal usura y renuncia a visitar Machu Picchu, de cualquier manera, las hordas de turistas llenan el santuario todos los días, así que imagino que de lo de la demanda generalizada de hacer los precios más populares, nada de nada...

Esta cantidad de dinero necesaria para la visita es absolutamente desproporcionada para nuestro austero presupuesto, con los 300 dólares que nos costaría la visita, nosotros somos capaces de sobrevivir casi un mes por estas tierras, así que preguntando por aquí, preguntando por allá, y como gracias a Dios tenemos internet y uno lo usa con frecuencia, encontramos una forma un tanto rocambolesca, que requiere mucho más esfuerzo que el tren de lujo, pero que te permite ahorrar mucho dinero y que es conocida como el "Camino Inca de los pobres". Os la paso a relatar por si le puede servir a alguno de aquellos que nos visiten o como nosotros, entre en Google buscando formas baratas de llegar a Machu Picchu... Nosotros fuimos hasta Urubamba en bicicleta, en pleno Valle Sagrado, allí nos dejamos a Rucio y Rocinante en el Cuartel de Bomberos que muy amablemente nos echaron una mano y desde aquí se lo agradecemos enormemente. Esta ruta se puede hacer igual desde Cuzco o desde Ollantaytambo. Se trata de montar en una combi o autobús hasta la localidad de Santa María, en la ruta de Quillabamba hacia la selva. Si se pretende hacer la visita en un día, para que salga más barato ya que los hospedajes en Aguas Calientes son más caros que en Cuzco, se debe tomar un transporte que salga alrededor de las 8 de la noche, para llegar a Santa María a eso de las 2:30h de la mañana. En Santa María hay que tomar una combi que te lleve por los caminos hasta Santa Teresa y si se consigue negociar con el conductor que te lleve hasta la estación hidroeléctrica donde se empieza a caminar, si no se consigue esto hay dos opciones o caminar desde Santa Teresa hasta la hidroéléctrica aprox. 8km o tomar un taxi por 2-3 soles dependiendo tu capacidad de negociación. Una vez en la hidroeléctrica hay que empezar a caminar por la vía del tren, siempre bordeando el río Urubamba hasta Aguas Calientes. Nosotros llegamos a la hidroeléctrica a las 4:45h de la mañana y comenzamos a caminar de noche con las linternas, acompañados por un par de israelíes que tampoco estaban dispuestos a pagar los 96 dólares a la compañía del tren de marras. La estación hidroeléctrica está en el kilómetro 122 de la vía y el pueblo de Aguas Calientes está en el km 111, por lo tanto toca caminar 11km por la vía, yendo ligero toma entre dos y dos horas y media, dependiendo del paso. En Aguas Calientes compramos la entrada al santuario y en lugar de subir al autobús, subimos los 750m de desnivel entre Aguas Calientes y Machu Picchu a pie por el camino. La subida es dura pero se puede hacer en 1h y cuarto a buen paso. Total que a las 8 y media de la mañana estábamos en la puerta de Machu Picchu, muy cansados, sin dormir apenas y con el tremendo miedo que sobre volaba nuestro pensamiento, el miedo a la desilusión. Desde pequeños hemos tenido ganas de conocer Machu Picchu, ha estado idolatrado en nuestro pensamiento, tantas fotografías, tantas historias de los Incas, en la puerta de entrada la incertidumbre acerca de si tanto esfuerzo por llegar se vería compensado por el santuario o por el contrario nos llevaríamos la desilusión de aquello que no alcanza las expectativas que uno se ha creado individualmente en su imaginación. Una vez cruzamos la puerta y entramos en aquel lugar se despejaron todas las dudas, empiezas a andar, rodeado de gente por todos lados, pero no importa, te quedas sin palabras, solo ante él, a cualquiera que tenga un gramo de sensibilidad se le ponen los pelos como clavos y se le olvida por completo todo lo que le ha tocado sufrir o pagar para llegar hasta allí. Te sientes pequeño ante aquel escenario que tantas veces has visto en fotos y en pantallas de televisión, el monte Wayna Picchu y el santuario a sus pies rodeado de los cañones que forma el rio Urubamba y las montañas llenas de vegetación de los alrededores. La verdad es que a pesar de todo Machu Picchu conmueve, no sólo por la vista sino por toda la historia que hay atrapada en esas piedras... Mucho mejor que yo, la pluma de Pablo Neruda expresó lo que se siente cuando uno llega allí: "...Me sentí infinitamente pequeño en el centro de aquel ombligo de piedra, ombligo de un mundo deshabitado, mundo orgulloso y eminente, al que de algún modo yo pertenecía. Sentí que yo mismo había trabajado allí en alguna etapa lejana cavando surcos, alisando peñascos. Me sentí chileno, peruano, americano. Había encontrado en aquellas alturas difíciles, entre aquellas ruinas gloriosas y dispersas, una profesión de fe para la continuación de mi canto...". Después el mismo camino de vuelta, bajada a Aguas Calientes, caminata de nuevo hasta la hidroeléctrica y una vez allí a negociar con las combis si te pueden llevar a Urubamba o Cuzco por un precio razonable. Hay muchas combis de las agencias que vienen a traer turistas y vuelven vacías, así que los soles que le puedas ofrecer al chófer le van a venir de perlas, probablemente no lo declarará y le servirá de sobresueldo, de esta forma te puede salir más barato que con las combis de servicios regulares que valen lo que valen sin poder negociar. En total 50 soles por persona ida y vuelta, 16.50 dólares, frente a 110 dólares con el tren, eso sí 7 horas caminando y una noche sin dormir, pero como dije antes, mereció la pena visitar Machu Picchu al estilo tradicional inca, caminando mucho, parece como si el esfuerzo realzase las sensaciones obtenidas... En estos momentos nos encontramos descansando y disfrutando de Cuzco, en un par de días seguiremos nuestro camino hacia Puno en el lago Titicaca y después nos despediremos de Perú, cuando crucemos la frontera camino de la alborotada Bolivia...

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