20 de Octubre de 2008 desde Ilave, día # 22 de viaje

9000 km a lo loco...,

Estamos a un día de cruzar una nueva frontera, esta vez dejamos Perú y seguimos nuestro camino al sur cruzando por Bolivia. Nos encontramos en el lado peruano del lago Titicaca, el lago navegable más alto del planeta a 3808m de altitud sobre el nivel del mar. Desde que partimos de Cuzco hemos tenido la oportunidad de disfrutar con los paisajes alucinantes y los cielos increíblemente azules que el altiplano peruano ofrece. El camino ha sido predominantemente plano, salvo por un puerto de montaña, La Raya a 4338m. Dejamos Cuzco a 3400m y a partir de ahí la mayor parte del tiempo hemos estado pedaleando por encima de los 3800m, a esta altitud el aire es escaso en oxígeno, el viento es helado y el sol quema la piel como no lo habíamos sentido nunca antes. A pesar de todo estos inconvenientes durante estos días nos hemos dado un auténtico recital de bicicleta, hemos batido el nuestro record de distancia en una etapa en dos ocasiones, una con 147km y dos días después hicimos 148km en el trayecto entre la localidad de Santa Rosa y la ciudad de Juliaca. Además hoy hemos hecho 104km y el día que tocó subir el puerto hicimos 72km. Un auténtico maratón bicicletero que nos está poniendo en muy buena forma, ya llevamos más de un mes pedaleando en altura y a pesar de ello, nos sigue faltando el aire en cada pedalada, en estas altitudes no os podéis imaginar lo que es subir un piso por las escaleras... Todavía nos queda Bolivia y su altiplano por un mes más por lo menos, así que después de este entrenamiento, cuando lleguemos a la pampa argentina imagino que volaremos sobre la carretera... Qué se preparen los moteros que están haciendo la ruta panamericana!!!, nos encontramos con muchos de ellos todos los días, nos pasan con sus motarros a toda hostia y nos saludan socarronamente con la mano desde la distancia, pues eso..., que se preparen cuando lleguemos a la pampa con casi tres meses de entrenamiento en altura, Rucio y Rocinante van a machacar a esas altivas y arrogantes Hondas AfricaTwin que ahora se las dan de chulitos en las cuestas del Perú, qué se preparen... Al margen del cachondeo hemos conocido a algunos moteros que también recorren América en moto, la mayoría no se para a hablar con nosotros, (no somos de su club de moteros, a nosotros no nos gusta el olor a gasolina...) pero estos días conocimos a un alemán que sí se paró a hablar con nosotros mientras subíamos un puerto camino de Cuzco y nos dijo que nos admiraba y que su próximo viaje, dejaría la moto y lo haría en bici. También a un par de simpáticos franceses que compraron una moto cada uno en Quito y viajan hasta Buenos Aires por las carreteras de América del Sur. La moto te permite ir más rápido y obviamente con mucho menos esfuerzo, pero en mi opinión te hace perder sensaciones que sí puedes apreciar con la bicicleta. El ruido de la moto, el casco y la velocidad te aislan del entorno que estas atravesando, hay muchos matices de cada escenario que se te escapan montado encima de una moto. Sí está claro que también te facilita visitar otros lugares que posiblemente en bicicleta ni te plantees, por el tiempo o por el esfuerzo, pero yo particularmente no cambio a mi Rucio por una AfricaTwin de cuatro tiempos...

por la carretera...,

Mañana diremos adiós a Perú, un maravilloso país que nos ha tratado magníficamente, sus gentes nos han ayudado y apoyado en multitud de ocasiones, sus ciudades coloniales, sus sitios arqueológicos y sus monumentos nos han fascinado, sus paisajes nos han maravillado y sus enormes montañas han conseguido hacernos más fuertes y capaces de superar retos que nunca antes nos habíamos imaginado ni tan siquiera capaces de emprender. En definitiva han sido algo más de dos meses el tiempo que hemos empleado en recorrer el país de norte a sur, cruzando sus tremendas cordilleras, desiertos y valles. Mañana cruzaremos la frontera con pena por dejar Perú, pero con la enorme excitación que supone empezar de nuevo en otro país. Nuevos paisajes, nueva moneda, nuevas gentes y costumbres, nuevas situaciones y en suma nuevas experiencias que nos deparará el destino y la carretera, así que cuando mañana crucemos la frontera, nos despediremos de Perú con un guiño y saludaremos a Bolivia con el mejor de los deseos... Para mí particularmente es la segunda vez que visitaré Bolivia, hace unos años estuve mochileando el país de arriba abajo, el recuerdo que arrastro de aquella visita anterior es muy entrañable, un país muy pobre y desfavorecido desde el punto de vista económico, pero con un pueblo que es el que mejor ha sabido mantener su cultura, tradición e identidad en toda América Latina. En estos momentos, la situación por la que pasa el país, con muchas regiones con claros movimientos separatistas y una constitución que no es acatada por las regiones opuestas al gobierno de Evo Morales, hace que el futuro de Bolivia como país sea un tanto incierto... Nosotros por nuestra parte os iremos contando lo que veamos durante nuestro recorrido por las carreteras del "Tibet de las Américas", (por la altitud a la que se encuentra gran parte del país), del que esperamos que, de nuevo, nos toque la fibra sensible del corazoncito...

Altiplano peruano a 4000m entre Cuzco y Puno...

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