si no quieres ser parte del problema, has de ser parte de la solución...

12 de agosto de 2008 desde Cuenca, día #153 de viaje


creo que no podemos quedarnos de brazos cruzados y esperar ni que políticos ni grandes poderes fácticos del mundo hagan algo para cambiar la tendencia actual de destrucción irrevocable del planeta. Pienso firmemente que los individuos somos los que tenemos la mayor fuerza y los que debemos, cada uno en la medida de nuestras posibilidades, intentar cambiar nuestros hábitos de conducta, unas veces adquiridos por comodidad, otras veces impuestos por una sociedad que trata de amarrarnos a un sistema que piensa más en el billete verde que en el bien común de todos los vecinos actuales y futuros del planeta... Sinceramente desconfío de la capacidad de los líderes políticos y de las grandes multinacionales energéticas, aunque ahora se empeñen en hacernos creer que andan muy concienciados con el planeta en sus hipócritas campañas propagandísticas en televisión, para cambiar un sistema que se ha demostrado destructivo al 100%. Todos ellos están demasiado condicionados, ya sea por sus intereses políticos o por el beneficio de sus accionistas. Por tanto, si algún cambio ha de producirse lo deberíamos provocar todos los integrantes del globo desde nuestra individualidad. Los recursos del planeta son limitados, no creo que tengamos derecho a mal gastarlos por el simple hecho de que podamos pagarlos, ¿qué haremos cuando no haya?, ¿nos comeremos y beberemos nuestro dinero?, deberíamos empezar a pensar en el bien común en lugar del propio beneficio personal, intentando optimizar el consumo de energía, de agua, de alimentos, de gasolina, de gas, de envases, de bolsas de plástico, de papel, en fin de todo... Deberíamos concienciarnos acerca de la basura que generamos, que una vez sacamos la bolsa fuera de casa, no sabemos ni queremos saber donde va, deberíamos ser conscientes que producir más basura de la necesaria, genera un serio problema para todos. En realidad muchos de nuestras conductas de consumo son simplemente la consecuencia directa de que a los humanos nos cuesta mucho renunciar a la comodidad, pero esta comodidad es la que va a acabar definitivamente con nosotros. En fin, que de nosotros depende que quede algo interesante del planeta para los que vengan después o simplemente que dejemos las cosas como están y nuestra generación será la responsable de haber jodido todo por completo, de haberla cagado y destruido un planeta alucinante por no haber sabido parar a tiempo nuestro consumismo egoísta y desmedido... Esto no es nada más que simplemente una reflexión en voz alta, algunos coincidiréis con ella, otros supongo que no, de cualquier manera me temo que yo soy el primero que debo hacer propósito de enmienda y poco a poco ir cambiando mis hábitos para adecuarlos a lo que de verdad creo, así de esta forma, desde mi granito de arena, intentar salvar este maravilloso planeta azul... No me entandáis mal no es mi intención sermonenar a nadie ni por supuesto adoctrinar, ¡Dios me libre!, cada cual que actúe como quiera y crea conveniente, simplemente me apetecía expresar lo que desde hace tiempo ronda por mi cabeza y gracias a esta herramienta, ahora lo puedo hacer... Al margen de estos rollitos que a veces me da por contaros ( perdonadme, deben ser producto de la altitud, la falta de oxígeno afecta al poco riego sanguíneo que sube a mi cerebro...), lo otro que tenía que deciros es que ¡ya hemos cumplido 5 meses de viaje!!!!!, vamos camino al medio año pedaleando y ya estamos a punto de cruzar una nueva frontera camino de la tierra de los Incas, Perú. La última vez que escribimos estábamos en Riobamba, allí dejamos a nuestros amigos los bomberos con los que pasamos unos bonitos días y seguimos nuestro camino hacia el sur, dirección a Cuenca, una de las ciudades más bonitas de Ecuador. Por el camino mucha montaña, lluvia, frío y paisajes espectaculares de la cordillera andina ecuatoriana, en la que gran parte del tiempo nos encontrábamos pedaleando por encima de las nubes que se dedicaban a ocultar el sol en los profundos valles de esta parte de la sierra. Por el camino nos encontramos con Agustín y Emilio Daponte un par de cicloviajeros argentinos, hermanos, que salieron del norte de Argentina hace ya 4 meses y tienen intención de llegar a Venezuela donde les tocará buscarse la vida para regresar a la Argentina. Con ellos coincidimos en lo alto de un cerro desde el que había una espectacular vista de la ciudad de Alausí y la Nariz del Diablo, compartimos mapas, risas, vivencias y consejos y al rato seguimos nuestros caminos, unos al norte, otros al sur, pero con la firme idea que allá donde estemos podamos ayudarnos mutuamente en caso de necesitar alguna información acerca de los sitios que los otros ya han pasado. En estos días camino de Cuenca también hemos tenido la oportunidad de conocer a Doña Nieves y a su familia Paco, Narcisa y sus nietos. Doña Nieves nos dio alojamiento sin esperar nada a cambio, en su casa de Chunchi, una noche que llegamos llamando a su puerta preguntando por un alojamiento barato en el pueblo. Doña Nieves sin dudarlo ni un minuto, sin pararse a pensar nada más que en ayudar a dos forasteros que necesitaban posada por una noche, nos acogió en su casa y lo más importante nos enseñó que la generosidad no es dar lo que a uno le sobra, sino compartir con los demás lo que uno tiene. Desde aquí queremos darle las gracias a de todo corazón a Doña Nieves y a toda su familia por echarnos una mano cuando tanto lo necesitábamos... Después en el municipio de El Tambo, pasamos la noche con los bomberos voluntarios, unos chavales estupendos con los que compartimos la cena que compró Fernando el Teniente y los tristes tallarines que hicimos en nuestro hornillo de camping, chicos gracias por dejarnos una litera, nunca olvidaremos la noche que pasamos en vuestra compañía.Desde hace un par de días estamos en Cuenca, estamos hospedados en el cuartel de bomberos de la ciudad, estamos aprovechando para descasar un poco de las duras etapas andinas que nos han precedido, lavar un poco de ropa, hacer algunos ajustes a Rucio y a Rocinante y como no disfrutar de esta preciosa ciudad que es patrimonio cultural de la humanidad. Además entre tanto ajetreo, hoy hemos tenido que atender a una entrevista que nos han hecho en un periódico regional, según nos han dicho, se publicará este domingo así que espero que en el próximo post podamos colgarla para que tod@ los podáis leer, si todo sale bien el próximo post lo publicaremos ya desde el ancestral Perú...

ana+alberto

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este post lo hemos publicado con electrones 100% reciclados...

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3 comentarios:

  1. Ánimo chicos. Estamos con vosotros. Cualquier iniciativa para conservar este planeta tiene que salir de cada individuo. Estamos hartos de bancos que te piden los centimos para luego plantar árboles y colgar su logotipo y hacerse la foto. Que los planten con su dinero y que cuelguen una pancarta que diga "la humanidad". Que no usen algo tan serio como es el medio ambiente para hacerse publicidad y, encima, a costa de nosotros.

    Cambiando de tema, nos salen granos que ya llevéis cinco meses sobre vuestras monturas. Ojo con los pinchazos que vemos que están aumentando. Mientras sean en las ruedas no hay problema.

    Muchos besos chicos:

    Mayra y Jaume

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  2. Hola. Soy Isa Alcoy. Aunque estoy de vacaciones y no me conecto a internet, hoy aprovecho y da la casualidad que es el cumple de Ana, para felicitarla y mandarle muchos besos, y a su amigo también.

    Enhorabuena, ya estais en Perú!!!

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  3. Hola Ana y Alberto, les hemos seguido la pista desde que nos visitaron en San Juan Nepomuceno, el pueblo donde se quedaron despues que salieron de Cartagena. Siempre nos sorprendemos por lo que cuentan en su página, nos encantó el análisis de la línea ecuatorial,lo que experimentaron ahi con el lavabo, es increible.Les mandé mi email por el blog pero nunca he recibido noticias, se los envío de nuevo: maresina65@hotmail.com, es sorprendente el recorrido que llevan, de verdad los admiramos y siempre los recordamos, también hemos pedido a Dios que los acompañe en su aventura y los libre de todo peligro. Abrazos, Marco y Marelsy

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