21 de junio de 2008 desde Medellín

3000km,

Un camionero nos gritó que éramos unos berracos mientras estábamos luchando por subir una de las rampas que conducen al Santa Rosa de Osos a 2600m de altitud, cuando ya llevábamos más de 35km de eterna subida. Tengo entendido que cuando en Colombia te llaman "berraco", entre otros muchas acepciones, estarían valentía, fuerza, bravura, coraje, entusiasmo, la verdad es que todo eso y más hubo que emplear para subir la primera de las cordilleras que nos encontraremos en Colombia y que por desgracia no será la última y ni siquiera la peor... Pues ya veis sin comerlo ni beberlo hoy hacemos 100 días en esta locura en la que ya hemos recorrido 3427km. La verdad es que ni nosotros mismos creíamos antes de iniciar esta aventura que llegaríamos hasta aquí y a día de hoy cuando la carretera se pone más dura, más ganas tengo de seguir adelante luchando cada día para alcanzar nuestro soñado objetivo. Ayer llegamos a Medellín, por el camino desde Sincelejo donde escribimos nuestro último post, hemos recorrido paisajes increíbles de la Colombia Rural, hemos sufrido el tremendo sol ecuatorial, la lluvia tropical y el frío alpino de las montañas, en nuestras etapas diarias y además como no hemos ido conociendo a mucha gente por el camino que han ido llenando nuestras alforjas de conversaciones e intercambios de impresiones y emociones constantemente...

Bomberos Voluntarios de Caucasia,

En Caucasia, localidad situada en la parte baja del río Cauca, nos hospedamos en el cuartel de los Bomberos Voluntarios de la ciudad, tenemos que agradecerles enormemente su hospitalidad en estos momentos en los que debido al tremendo invierno que está sufriendo esta región de Colombia, se han producido multitud de inundaciones y desbordamiento de ríos por las fuertes lluvias registradas en las últimas semanas. Tanto los bomberos como el personal de protección civil se encuentran en plena campaña de reparto de víveres y bienes de primera necesidad a todas las familias damnificadas de la región. Ayer tuvimos nuestro primer contacto con la ciudad de Medellín, llegando al imponente valle en el que se aloja la ciudad, después de bajar una tremenda cuesta de 25km y con las manos doloridas de apretar las manillas de los frenos. El nombre de Medellín evoca en mi memoria historias de cárteles, de Pedro Escobar, narcos, sicarios, pero la realidad cotidiana de esta ciudad es completamente diferente, se trata de una modernísima ciudad, llena de universidades, museos, centros comerciales, corporativos de grandes empresas y un magnífico carril bici que recorre toda la ciudad. La urbe desprende una vitalidad radiante, las calles, plazas y parques llenas, mucha gente joven por todos lados, una actividad frenética que se contagia enseguida. La oferta cultural y de ocio de Medellín llena varias páginas en las publicaciones locales, típica ciudad que no descansa ni de día ni de noche. Nuestra intención es disfrutar de Medellín hasta el lunes cuando marchemos a seguir nuestra ruta hacia Bogotá, hemos estado haciendo cálculos y si queremos llegar a Ushuaia antes de que llegue el invierno austral, no podemos entretenernos demasiado ya que el camino hasta allá es todavía muy largo y muy duro...

Colombia Rural,

ana+alberto

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este post lo hemos publicado con electrones 100% reciclados...