San Salvador me mata...

2 de abril de 2008 desde San Salvador




Ya llevamos un par de días en San Salvador, ya me he recuperado de la sobredosis de adrenalina que me produjo la entrada en la capital salvadoreña por la carretera panamericana, creo que si me hubiera tirado por un puente con una cuerda elástica no me hubiera subido tanto los niveles de adrenalina y tensión arterial, como circular en bicicleta en medio de tanto camión, autobuses suicidas y millones de coches impacientes y ansiosos por llegar a su destino. Salimos hace ya unos días de Juayúa, recorrimos todos los pueblos de La Ruta de las Flores y después iniciamos camino hacia Santa Ana, cruzando por el valle que forman los volcanes Santa Ana y Cerro Águila, lleno de cafetales y de una vegetación exhuberante por todos lados. Por el camino, una taza de rico café salvadoreño en plena plantación de café, maravilloso. En Santa Ana estuvimos un día y partimos hacia San Salvador muy temprano, en parte porque la etapa que nos esperaba era muy larga 77km y en parte porque el energúmeno de nuestro vecino de habitación se despertó a las 4 de la mañana y decidió que el resto del mundo ya había dormido lo suficiente así que se propuso levantarnos a todos a ritmo de reggetón y cantando a pleno pulmón por los pasillos del hostal, en fin un personaje encantador... Lo cierto es que aunque le hubiéramos estrangulado en aquel momento, el madrugón nos vino bien, ya que los 77km se hicieron largos, muy largos, con un costerón al final de 15km que Marino Lejarreta se lo hubiera subido sin sudar una gota, pero que a nosotros después de 60km nos pareció que subíamos al Everest sin sherpa ni nada... Por el camino nos desviamos unos km de la carretera Panamericana para ver el lago Coatepeque (en ese momento, íbamos de sobraos...), un lago formado en pleno cráter de un antiguo volcán y que hoy en día es visitado por muchos salvadoreños los días de asueto. A falta de 25km para llegar a San Salvador, sufrimos el primer pinchazo de la aventura, la verdad es que lo arreglamos en un periquete, vamos casi como le cambian las ruedas a Fernando Alonso en Renault. Luego vino el infierno, la entrada a San Salvador, en un sistema en el que la jerarquía del derecho a usar la carretera es diréctamente proporcional al tamaño del vehículo que conduces, dos cicloviajeros se encuentran en la parte más baja de esa escala de poder, dominada absolutamente por camioneros y autobuseros, reitero lo de suicidas. En medio de esa jungla de carriles, vehículos y nubarrones de humo negro escupido por los camiones, pudimos por fin salir airosos y llegar a nuestro destino sanos y salvos, con el corazón a punto de salir por la boca y los nervios de punta, eso si, después de 9 horas de camino y 6 horas pedaleando... San Salvador es una ciudad de muchos contrastes, una parte muy moderna con sedes de multinacionales, rascacielos, hoteles de lujo y grandes centros comerciales y otra parte muy parecida a otras capitales de Centroamérica, con miles de puestos callejeros donde se vende de todo, que hacen de las calles un inmenso zoco donde la densidad de puestos impide ver las fachadas del otro lado de la calle y en algunos casos incluso ver el suelo. San Salvador tiene fama de ser una ciudad muy peligrosa, donde abundan las maras y la delincuencia callejera, nosotros hemos podido contrastar el miedo general de la población a tenor del número de agentes de seguridad armados con armas automáticas que se encuentran en los negocios, incluso en negocios teóricamente con poco movimiento de dinero como son panaderías o camiones repartidores de Coca-Cola. Nos quedamos impresionados por las armas, así como por las alambradas electrificadas protegiendo cualquier casa sospechosa de albergar algo de valor. Si bien hemos de decir que nosotros no hemos sentido en ningún momento miedo o inseguridad, periódicos sensacionalistas y Tv se encargan de alimentar el miedo en la población llenando sus páginas con todo tipo balaceras y tiroteos diarios.

ana+alberto

...De pequeño me impusieron las costumbres,

me educaron para hombre adinerado,

pero ahora prefiero ser un indio,
que un importante abogado...



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este post lo hemos publicado con electrones 100% reciclados...

3 comentarios:

  1. Como mola eso de
    Caidas : alberto 2
    Pinchazos : Ana 1 (no se de que tipo ....)
    Deberiais de poner las bicis que vais dejando en el camino eh....

    Bueno venga ANIMO nosotro os vemos semanalmente para ver como estais.
    Un abrazo y adelante
    Magd´+ Juan A.

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  2. HOLA HOLA:

    MIS QUERIDOS VIAJEROS LES ENVIAMOS BESOS Y DISFRUTAR DE ESOS HERMOSOS PAISAJES.

    ¡QUEREMOS FOTOS DE LAS CAIDAS! JEJEJEJEJE.

    CUIDENSE Y SALUDOS EDUARDO Y MARU

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  3. hola,esa mujer,¿cuàntos sujetadores lleva?,oye que me alegro de que esteìs tan bien,yo opino como los anteriores fotos de las caidas,es broma,cuidaros.
    Lola

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